domingo, 5 de octubre de 2014

El Ego de la Capital

Nota importante: 
La siguiente nota no es con 
fines de desprestigiar 
la ciudad, si no: 
Todo lo contrario. 

Un día como todos para un Capitalino 



Al salir de casa irremediablemente lo primero que escuchas son el motor y claxon de los automóviles... 

ya sea que tomes tu auto o el transporte publico, pronto te encuentras inmiscuido en las arterias y venas obstruidas de la gran ciudad, llegan los camiones del transporte público a trombosar las delgadas avenidas, el caos comienza a formarse, y peor aún, vas tu en tu auto particular al trabajo, un auto de cinco plazas o quizá una camioneta de siete. No te quieres imaginar tomar el transporte publico, tal cual animales al matadero apretados adentro, los quince o veinte minutos que tardas en poder subirte a la unidad, los malos olores del tipo o la tipa que no se baño un día antes, alguien bosteza y notas que no comió nada por la mañana, quizá solo se levanto, vistió y salio de casa pues tampoco cepillo sus dientes, si tienes suerte vas con vista panorámica y ventilación colgando de la puerta. Das gracias a tu deidad de la posibilidad de tener tu auto, y más aún que todavía circula diario. Después de tanto tráfico llegas a tu lugar de trabajo, no tienes tanta suerte como quisieras, debes pagar parquímetro, en tu trabajo no te otorgan estacionamiento, es solo para los altos mandos, en un caso más ideal debes buscar por 30 o más minutos un lugar disponible o puedes pagar a un "franelero" o "viene viene" dejando la llave de tu patrimonio. Trabajas, sales a comer, vuelves a trabajar y de nuevo la incansable ciudad te atrapa en sus arterias infinitas y trombosadas. Tras de ti va una luz muy fuerte, te deslumbra y no puedes ver bien, lleva las "altas", pides el cambio de luces y en respuesta te agrede, mientras otro automóvil se te cierra porque se le esta pasando la salida a lateral. En fin, uff, libraste esa. sigues tu camino mientras escuchas tu música favorita en el estéreo que aún no te roban, disfrútalo, quizá mañana ya no tengas. Se libera un poco el tráfico, vas sobre alguna avenida de 3 carriles, puedes ir a 80 sin problema, te topas con conductores a 60 km/h, te colocas en el de alta y das la señal para que te den el paso, en respuesta, no obtienes resultados, el transito tras de ti se vuelve abundante, pues quienes van delante tuyo lo están estropeando, cambias de carril y tomas otra avenida, en ella encuentras trafico, otro tipo de tras tuyo con las luces altas, el de al lado muy junto a ti, te cuidas del señor que esta caminando entre los carros y de las motos que avanzan a tu otro costado. logras pasar el trafico y notas que es porque el transporte publico ocupa dos carriles y la vialidad cuenta con tres, los tránsitos de la banqueta solo te dicen que avances rápido. Por fin, llegas a casa, tomas tu cena, saludas a tu familia, ves tv, y duermes con la promesa de que al día siguiente poco o nada cambiara para bien o para mal. Lo anterior hace alusión a simple vista que vivimos en una ciudad temible, sin embargo, lo temible no es propiamente de la ciudad, si no m{as bien del que la habita. El trafico causado por el transporte publico es causado por los choferes del mismo, pero también por los usuarios al no exigir un servicio adecuado. Las luces de los autos altas es porque las personas creen que no se ve bien, sin embargo con las bajas es posible circular. Si prevees tus salidas a laterales u otras vialidades no volverás a tener que cerrarte al auto de al lado si deseas conducir a bajas velocidades toma los carriles de baja, o toma vías de baja velocidad, ya que es mas peligroso ir lento que veloz en vialidades rápidas. Es un llamado a las autoridades para la mejora del transporte publico. Incentivar el transporte publico en lugar de desincentivar el privado. y otorgar mas seguridad al ciudadano.

lunes, 23 de junio de 2014

Aquella guerrera de cabello oscuro

¿Como empezar esto?, no lo se, tal vez desde el inicio y eso es desde q le conocí. Aquel día de agosto del 2006... o quizá mejor desde el final, el cual es bastante desafortunado, sin la compañía de su presencia. Agosto 2006 al rededor de las 10:00 horas, edificio E de la universidad del valle de México, salones de clase de tamaño poco adecuado, aunque el grupo era pequeño, lleno de nuevos rostros con un nombre cada uno de ellos y ellas, sobre sale un nombre de la lista, aquel que llamo mi atención, llevo a mi mente los recuerdos de un Partenón y una diosa guerrera, no por ello menos hermosa. Me pregunte A quien pertenecía aquel nombre, una voz suave y nerviosa surge nerviosa asintiendo su presencia y reclamando pertenencia "presente", dijo ella. Una chica delgada de cabello negro y espeso, sentada frente a mi a un par de bancas. No logre mirar su rostro, solo la parte lateral de unos lentes azules y su cabello espeso, su playera azul, ni rey ni marino, un poco mas al lila. , -ops, olvidaba la clase- pensé yo, puse atención y mientras el maestro de dientes de aspecto de estar formados de madera explicaba como hacer estadística, Logre mirar el rostro de la chica. Pocos días después se acerca a mi, me presenta a una chica, su "clon", pensé de pronto en la oveja dollie, pero en realidad es que eran gemelas. Por la tarde de ese mismo día se acerco a mi con una chica de tez blanca y cabello café, pidiéndome realizar una hazaña con la cual me había vuelto conocido, "¿me lees la mano?" Pregunto, a lo que accedí, mientras realizaba dicho hecho prodigioso el cual al paso de los años he perdido habilidad, comentaba con acento de interés e incredulidad misteriosos "eso no es verdad ¿o si?", ella me gustaba y yo debía quedar bien por lo que continuaba y comentaba cosas al respecto mientras ella preguntaba donde veía dicha información, a lo que respondí señalando una de las lineas de su mano "ahí". Ella no vio o no entendió a lo que le refería, así que volví a indicarle lo mismo ademas de señalar un par de lineas mas y agregar "es sencillo solo debes estar entrenado". Volvió a preguntar "¿donde?" El nerviosismo crecía más y más, ademas que la actitud de su acompañante me ponía nervioso, por lo que le respondí: ahí mira; o ¿eres virola?. Oh grave mi error, aquel que yo sin darme cuenta cambiaría mi futuro y ahora pasado. Jamas me había percatado de cierta situación anatómica del ojo de la chica en cuestión, en ese momento como maldición bíblica cayo sobre mi la realidad de la situación irreparable. Ella se fue molesta, aquella tarde quedo frustrado para mi todo futuro amoroso con aquella guerrera a quien amare por siempre.

domingo, 6 de abril de 2014

Años Soñando

Te amo en silencio y callado peno, que grande es mi pesar y pequeño mi alivio. Cuando sueño gozo y si despierto sufro. Por tantos años dentro te llevo, por pocos años cerca te tengo. Por las mañanas triste despierto, decepcionado por tu ausencia, atraído por tu grandeza; tus ojos, tus labios o quizás tu vos.